Ahora ya es un símbolo instalado en una de las ciudades más emblemáticas de Europa, pero un día como hoy, hace 137 años, se comenzaba a construir la Torre Eiffel, ideada para que durara un tiempo menor.

Según revelan los historiadores, el 28 de enero de 1887, comenzó en París la construcción de la Torre Eiffel. Esta obra arquitectónica había sido ideada para ser el principal atractivo de la Exposición Universal que se desarrollaría en la capital francesa en 1889

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Sin embargo, la Torre Eiffel pasó de ser una propuesta temporal a convertirse en un símbolo del turismo y del glamour francés. Cuenta con 300 metros de altura, los que la convirtieron en la estructura más alta del mundo hasta 1930 cuando se lo opacó el edificio Chrysler de Nueva York.

Lo curioso es que esta construcción fue hecha para que solo estuviese en pie 20 años en la capital francesa. El proyecto del empresario francés Gustave Eiffel junto a los ingenieros Maurice Koechlin y Emile Nouguier ganó entre un total de 107 propuestas.

El trabajo se realizó en el marco de la Exhibición Universal de 1889, primer centenario de la Revolución Francesa.

Recibió numerosas críticas y fue objeto de varias protestas durante su construcción.

“Veremos cómo la sombra de esta odiosa columna de hierro atornillado se extiende sobre la ciudad”, dijeron algunos. El diario francés Le Temps publicó, en 1887, una carta en la que artistas, arquitectos y personalidades cuestionaban la obra y la tildaban de “inútil y monstruosa”.

La verdad de la obra

El creador de la Torre Eiffel tenía planes. Si la obra le era útil a la ciencia, “esto la protegería de sus enemigos y extendería su vida útil”. Por eso, desde el principio fue usada como un laboratorio para mediciones científicas y experimentos.

El propio Gustave Eiffel se armó una oficina en el tercer piso para realizar observaciones astronómicas. “Por mi parte, yo creo que la Torre tendrá su propia belleza”, escribió Gustave Eiffel en una carta.